viernes, 25 de diciembre de 2015

Árbol de Papel

En un pueblo alejado del resto de la civilización, donde la gente estaba demasiado ocupada con sus trabajos y vivía sin prestar atención a los pequeños detalles del día a día, nadie recordaba que había llegado la Navidad.
La nieve no cubría las calles,las tiendas no vendían árboles ni decoración para las apagadas casas rectangulares del pueblo,los niños no jugaban eufóricos en el parque ni las luces adornaban las farolas; todo era monotonía y tristeza, mientras el resto del mundo estallaba en una explosión de luz y color por la alegría que traía consigo esta época del año.
Pero no todos los habitantes del pueblo eran tristes y apagados trabajadores; había una familia, al final de la calle principal, cuyo hijo menor si creía en la Navidad y en el poder de la alegría como vía para solucionar  todos los problemas, pero no podía adornar su habitación ni vestir vivos colores, tampoco podía tener un pequeño árbol de Navidad al lado de su cama, ni enviar una carta a Papá Noel; solo podía sentarse en su silla de madrea y hacer toda la tarea que en la escuela le mandaban cada día, para ser un trabajador de provecho en el futuro.
Así, sin cambiar nada la vida de aquel pueblo, llegó la noche del 23 de diciembre, que como cada año no traía consigo ninguna sorpresa ni ninguna celebración especial.
 Sin embargo, el joven de aquella casa al final de la calle no se rindió ese año y, como señal de su fe en el espíritu navideño, dibujó un árbol de papel y lo pegó al lado de su cama. Durante la noche, el árbol fue cobrando color, cada vez de una manera más intensa, hasta que empezó a salir de la hoja de papel y cayó al frío suelo de madera de la habitación de ese pequeño chico que nunca dejó de creer; creció y creció hasta que sus raíces se introdujeron en los cimientos de la casa, saliendo al exterior y yendo de hogar en hogar, convirtiéndose en parte de la estructura de las viviendas y llenando estas de luz y el color que sus hojas desprenden.
Ahora las calles iluminadas, las casas eran explosiones de color, la gente sonreía y llevaba ropa con intensos tonos; todos se saludaban con cariño la mañana del 24 de diciembre, nuestro joven amigo sabía que todo eso fue gracias a su árbol de papel y su deseo de que la Navidad inundara los corazones de su familia y vecinos, no solo durante esa época sino todo el año y tras cada Navidad, un período que a partir de entonces se vivió en el pueblo con toda la magia y la alegría que se desbordaba de sus corazones.

AMP

Ya por fin es Navidad,( yo que la veía tan lejos..., pero es que pff el tiempo se pasa volando) y es por ello que he querido hacer un post especial, para conmemorar este día. Muchas gracias a Antonio por escribir este cuento que yo pretendía ilustrar, en el que nos enseña un poco más sobre el gran significado de la Navidad y como un pequeño gesto puede cambiar las cosas.
xoxo,LMS

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